Uno de los principales problemas que aparecen al mezclar una canción es el enmascaramiento de frecuencias. Este fenómeno, por el cual una señal de mayor nivel le impide al oído reconocer otros sonidos de menor nivel.
El mayor grado de enmascaramiento se produce cuando la frecuencia del
sonido y la frecuencia del ruido enmascarador están muy cercanas. Por
ejemplo, un tono de 4 Khz enmascara a otro tono más suave de 3,5 Khz,
pero tiene poco efecto en un tono de 1 Khz. El enmascaramiento puede
ser causado también por los armónicos del tono más fuerte. Por ejemplo
un tono de 1 Khz, con un fuerte armónico de 2 Khz, puede enmascarar un
tono de 1,9 KHz.
Como mencionamos anteriormente,
el espacio de la mezcla es limitado, entonces cuanto más “grande” sea un
sonido, mayor es la probabilidad de que oculte otros sonidos. Este
fenómeno es una de las principales causantes del uso de ecualización y
posicionamiento estéreo en una mezcla. Por otro lado, muchos de los
músicos quieren que “su” instrumento suene con peso, cuerpo y
definición. Un instrumento que suena bien solo, puede resultar escondido
o con un carácter totalmente diferente al estar en la mezcla con otros
sonidos más fuertes con un tiembre similar. Para poder lidiar con estos
problemas, necesitamos saber cuánto espacio ocupa la imagen de un sonido
entre los parlantes. Este tamaño está definido en función del :
+ Rango de frecuencias.
+ Volumen.
+ La apertura en el Estéreo.
+ La reverb y otros efectos.
En principio, los instrumentos
graves parecen tomar mucho más espacio en la mezcla que los agudos.
Imaginen una canción con tres bajos. Cuanto más grande sea el sonido
grave, más va a enmascarar otros sonidos. Sin embargo, imaginen diez
campanas en una mezcla y todavía van a poder diferenciarlas, aunque
toquen al mismo tiempo. Por su carácter más omnidireccional, es muy
difícil decir exactamente de donde provienen los sonidos bajos por
debajo de los 300 Hz.
Cuanto mayor sea el volumen de un instrumento en la mezcla, también mayor será el enmascaramiento de
los otros sonidos. Por lo tanto, los sonidos fuertes son más grandes.
Una guitarra fuerte tenderá a enmascarar más que si estuviera a un nivel
más suave.
Para evitar algunos de esos problemas, se emplean delays con tiempos muy específicos para estas aplicaciones. Cuando se utiliza un Delay mayor que 30 ms, lo percibimos como un eco. Pero cuando el delay es menor que los 30 ms aproximadamente, se produce un efecto interesante, ya que el oído no es lo suficientemente rápido para percibirlo como dos sonidos y los integra formando un solo sonido más “gordo”. Este sonido resultante se encuentra extendido en el tiempo, tiende a evitar el enmascaramiento por parte de otros sonidos, y por lo tanto su sonoridad promedio aumenta. Si estos sonidos, el original y el delay, son paneados hacia derecha e izquierda, el efecto que se produce es como si el sonido original se estirara en el estéreo, haciéndolo mucho más presente y espacioso, pero sin necesidad de subirlo de volumen.
Poner reverb en
una mezcla es como ubicar el sonido de una sala en el espacio entre los
parlantes. Si bien es un efecto muy utilizado, se debe revisar siempre
que el tipo y la cantidad de reverb introducidos, sean beneficiosos para
la mezcla. Como las reverb se producen con cientos o miles de delays,
ocupan un gran espacio si están desplegadas al máximo entre los
parlantes, y por ello también causan enmascaramiento. Las reverbs
también pueden panearse alterando los espacios según la necesidad de la
mezcla.
Dinámicas del control de volúmen
Volumen aparente:
Cada instrumento tiene un nivel
tradicional con respecto al estilo de música en el que es utilizado y a
la canción en particular. Para examinarlos dividimos el rango dinámico
en seis niveles básicos, donde 1 es el más fuerte y 6 el más suave. Estos son volúmenes aparentes y relativos.
Normalmente cada fader controla
el nivel de un sonido en particular. El volumen de cada sonido se fija
con relación a los otras pistas en la mezcla. Si dibujamos el volumen en
el gráfico como función de frente a fondo, también podemos ubicar un
sonido en cualquier posición intermedia. Sin embargo, el volumen del
instrumento no depende solamente de la posición del fader. Si así fuera,
podríamos mezclar tranquilamente sin escuchar, poniendo los faders en
la posición que creemos adecuada.
Cuando ubicamos un instrumento en la mezcla utilizamos lo que se denomina volumen aparente,
no sólo el voltaje de la señal asociado a la posición del fader VCA. El
volumen aparente de un sonido en la mezcla está basado en dos cosas
principales: el nivel de fader y la forma de onda, y en otra secundaria: las curvas de Fletcher/Munson.
Primero, al cambiar el nivel del fader afecta el volumen del sonido
(dB). La forma de onda o estructura armónica del sonido puede hacer una
gran diferencia en que tan fuerte o suave percibimos el sonido. Una
guitarra distorsionada parece más alta que una guitarra limpia, aunque
estén al mismo nivel. Un factor menor, pero que contribuye al volumen
aparente de un sonido son las curvas de Fletcher/Munson. Por esto
también es importante chequear las mezclas a todos los niveles.
El volumen aparente es, por lo
tanto, una combinación del nivel en dB, forma de onda y las curvas de
Fletcher/Munson. Afortunadamente, nuestro cerebro calcula rápidamente
todos estos parámetros y nos entrega el volumen aparente. Todos nosotros
utilizamos el volumen aparente para crear las relaciones entre los
sonidos en las mezclas. Es el volumen en que “parece estar” el
instrumento o sonido.
Ubicación individual de volúmenes:
Se puede crear dinámica musical y
emocional dependiendo de la ubicación de los faders correspondientes a
cada instrumento en la mezcla. El primer y más básico nivel de dinámica
está basado simplemente en el volumen de cada sonido con relación a los
otros sonidos en la mezcla. Por ejemplo, si se ubica una voz bien al
frente de la mezcla sonará completamente diferente que si es ubicada más
baja. La dinámica musical que puede crearse con la ubicación volúmenes
individuales es más compleja de lo que se puede pensar. Mucha gente
piensa que balancear los niveles de los sonidos en la mezcla es ponerlos
parejos en volumen. Sin embargo y normalmente, uno no quiere poner
todos los instrumentos al mismo volumen. Usualmente queremos sonidos más
adelante, otros en el fondo y algunos en el medio de nuestro escenario
sonoro.
Rangos de volumen aparente:
Volumen aparente 1: Los
sonidos a este volumen son extremadamente fuertes. Ubicar sonidos a
este nivel es bastante inusual y generalmente se trata de efectos y
sonidos de muy corta duración. Si un instrumento normal es ubicado en
este rango, será considerado como “mal mezclado” o “muy diferente”.
Explosiones, gritos o los relojes en “Time” de Pink Floyd pueden
colocarse a estos niveles.
Volumen aparente 2:
Los principales sonidos a este nivel son voces e instrumentos solistas
utilizados en canciones donde las letras o las mismas voces son la mayor
atracción. Como es el caso de Whitney Houston, Celine Dion o Mariah
Carey. Si se trata de una canción de un gran instrumentista como Pat
Metheny, Kenny G o Wynton Marsalis, también es común encontrar estos
niveles. En otros estilos: el boom de rap, tom-toms y bombo en heavy
metal, golpes de metales en música latina.
Volumen aparente 3:
Los sonidos en este nivel son generalmente partes de la rítmica de la
canción como batería, bajo, guitarra, teclados. Las voces principales en
ciertas canciones de rock están en este nivel cuando están metidas en
la banda. Otros ejemplos: tambores en Dance music, tom-toms y platillos
en casi todos los estilos de música, el Hi-Hat puede estar en este nivel
en música Dance y Jazz.
Volumen aparente 4: Algunos
sonidos en este nivel incluyen los pads y colchones de teclados,
batería en Jazz, guitarra y piano en ciertos estilos. Cuando la reverb
se identifica como un sonido separado suele estar a este nivel. Los
coros y cuerdas pueden estar ubicados a este volumen.
Volumen aparente 5:
Los bombos de Jazz y Big Band, la mayoría de las reverbs y efectos
están ubicadas en este nivel, de manera tal que se distinguen sólo al
escuchar atentamente. Algunos coros y doblajes pueden ser relegados a
este nivel para cumplir el efecto. Otros instrumentos situados aquí se
utilizan sólo como relleno en la mezcla, ya que su imagen no es clara y
definida a tan bajo nivel.
Volumen aparente 6: Los
sonidos ubicados en este nivel son tan suaves que son muy difíciles de
detectar. Pink Floyd es muy conocido por ubicar susurros o sonidos casi
subliminales en algunas canciones para introducir al oyente dentro de la
mezcla. Los instrumentos a este nivel pueden ser muy efectivos, pero es
importante que sumen de alguna manera en la mezcla, de lo contrario, se
los percibe como un ruido molesto y pueden afectar la definición del
programa.
La combinación de niveles que se
produce en la relación del volumen de los distintos instrumentos, crea
una dinámica musical y emocional mucho más intensa comparada con los
niveles de un instrumento individual en la mezcla. Ciertos estilos de
música han desarrollado sus propios niveles tradicionales a lo largo del
tiempo, y en algunos casos tienen reglas muy estrictas.
Normalmente, se puede reconocer
qué tan parejos son entre sí los niveles de los instrumentos. En algunos
estilos de mezcla los niveles están puestos muy parejos, de forma tal
que existe muy poca variación entre los sonidos más fuertes y más suaves
de la canción. A este tipo de mezclas se las denomina “Even Mixes”
(mezclas parejas), algunos ejemplos de ellas se pueden encontrar en
discos de: Tears for Fears, REM, Smashing Pumpkins, Curiosity, Rock
alternativo, música Country. También puede ser apropiado para canciones
melódicas o baladas. Por otro lado, ciertos estilos son mezclados con muchas variaciones entre los sonidos fuertes y suaves:
Dance, Rap, Big Band, Jazz. Algunos viejos grupos son bien conocidos
por tratar de producir shocks de volúmenes con explosiones, alarma de
relojes o guitarras a gran nivel. A estas mezclas se las conoce como “Uneven Mixes” (mezclas desparejas).
La elección de una mezcla pareja o
despareja está determinada por el estilo de música. Sin embargo, el
tipo de canción también ayuda a definir la elección. Por ejemplo, una
balada puede ser mezclada con volúmenes más parejos para mantener el
sentido melódico, y una canción que habla sobre “cambios o emociones
fuertes” puede tener marcadas diferencias de nivel. Es muy útil escuchar
los detalles de la canción para determinar si los niveles deben ser
parejos o desparejos.
La mezcla puede hacerse para
satisfacer la canción, de esta forma resulta transparente o invisible. O
puede ser utilizada para crear dinámicas propias, puede ser una
herramienta para resaltar algunas intenciones o sutilezas, o puede crear
tensión. Un buen ingeniero utiliza la mezcla para sintetizar, optimizar
y complementar el trabajo realizado hasta ese momento por los
productores, arregladores y artistas a lo largo de la grabación.
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